Reseña de Un hombre llamado Albinus o volver el tiempo atrás
Del libro Tríptico de un junta-letras profesional
(impreso en los talleres de L. Vieco e Hijos Ltda.)
Del autor Aymer Waldir Zuluaga Miranda (Colombia)
Del libro Tríptico de un junta-letras profesional
(impreso en los talleres de L. Vieco e Hijos Ltda.)
Del autor Aymer Waldir Zuluaga Miranda (Colombia)
Por Andrés Fabián Valdés
En dos carillas, el cuento Un hombre llamado Albinus o volver el tiempo atrás, que obtuvo en el año 2003 el segundo lugar en el concurso de prosa Azul –San José de Costa Rica-, se filtra a través de un deseo que compromete una buena amistad, envidias que aparentan confirmarse, sueños por obtener nuevamente lo que brilló en un pasado no muy lejano y un anhelo conquistado con agallas a modo de resignación. Esta obra menciona un comportamiento en el que las añoranzas se recrean y construyen hechos, distante de los propios prejuicios.
El cuento toma forma con cuatro piezas móviles y distinguibles; que dichas en orden son: las líneas de una crucial carta y breve situación, el panorama de la historia, una anécdota donde se apuntala el comienzo, y la revelación en el giro que lo explicaría todo. Una estructura mudable, capaz de cambiar la dinámica narrativa, pero no la historia.
Un hombre llamado Albinus o volver el tiempo atrás
Obtuvo Segundo lugar en el Concurso de prosa Azul – San José de Costa Rica, Costa Rica
"Érase una vez un hombre llamado Albinus, que vivía en Berlín, Alemania. Era rico, respetable, feliz. Un día abandonó a su mujer por una amante joven; amó; no fue amado; y su vida acabó en un desastre". Risa en la oscuridad de Vladimir Nabokov.
Albinus decidió dejar a su mujer y a Berlín, para viajar a Viena con su amante y decidió además dar la noticia de su separación a través de un amigo común. Elisa era una mujer de espíritu fuerte y de mente muy abierta para su época. Elegirla como mujer fue tarea fácil, no existía en Berlín una señorita con tales cualidades mentales y semejantes medidas corporales. La convivencia durante estos diecisiete años había sido maravillosa, su mujer era envidiada por sus amigos (los de él) y estaba seguro de que también por sus enemigos (los de ella) … si los tuviera.
En el cumpleaños número dieciséis de Annete, la hija del mejor amigo de Albinus, a éste se le ocurrió preguntarle por qué se había demorado tanto en casarse con Elisa, a la que conocía desde niña y a la que tuvo como prometida durante varios años. "De haberte casado antes con Elisa, tal vez hubieran logrado tener hijos", le dijo; y agregó "si tuvieras mis agallas, le hubieras propuesto que fuera tu mujer desde el mismo momento en que quedaste encantado por el brillo de su mirada, como yo lo hice". Ante esa frase Albinus quedó confundido, pues no supo si su amigo le había dicho cobarde o solo le aconsejaba que actuara ante sus impulsos; además tampoco estaba muy claro si su amigo también estaba encantado por el brillo de la mirada de Elisa, e incluso quedaba la duda si éste le había pedido a ella que fuera su mujer. Albinus quiso volver el tiempo atrás, tirar todo a un lado e irse con la mujer que vio crecer en Berlín; a la que amó en silencio y a la cual le brillaban sus grandes ojos azules cuando lo miraba.
Mientras dejaba todo atrás, pensaba en el momento cuando su amigo leyera la carta en la que le contaba su decisión y en la que le pedía que le explicara a su mujer la obsesión y las agallas que le habían surgido cuando vio el brillo de los grandes ojos azules de su hija, Annete.
Albinus decidió dejar a su mujer y a Berlín, para viajar a Viena con su amante y decidió además dar la noticia de su separación a través de un amigo común. Elisa era una mujer de espíritu fuerte y de mente muy abierta para su época. Elegirla como mujer fue tarea fácil, no existía en Berlín una señorita con tales cualidades mentales y semejantes medidas corporales. La convivencia durante estos diecisiete años había sido maravillosa, su mujer era envidiada por sus amigos (los de él) y estaba seguro de que también por sus enemigos (los de ella) … si los tuviera.
En el cumpleaños número dieciséis de Annete, la hija del mejor amigo de Albinus, a éste se le ocurrió preguntarle por qué se había demorado tanto en casarse con Elisa, a la que conocía desde niña y a la que tuvo como prometida durante varios años. "De haberte casado antes con Elisa, tal vez hubieran logrado tener hijos", le dijo; y agregó "si tuvieras mis agallas, le hubieras propuesto que fuera tu mujer desde el mismo momento en que quedaste encantado por el brillo de su mirada, como yo lo hice". Ante esa frase Albinus quedó confundido, pues no supo si su amigo le había dicho cobarde o solo le aconsejaba que actuara ante sus impulsos; además tampoco estaba muy claro si su amigo también estaba encantado por el brillo de la mirada de Elisa, e incluso quedaba la duda si éste le había pedido a ella que fuera su mujer. Albinus quiso volver el tiempo atrás, tirar todo a un lado e irse con la mujer que vio crecer en Berlín; a la que amó en silencio y a la cual le brillaban sus grandes ojos azules cuando lo miraba.
Mientras dejaba todo atrás, pensaba en el momento cuando su amigo leyera la carta en la que le contaba su decisión y en la que le pedía que le explicara a su mujer la obsesión y las agallas que le habían surgido cuando vio el brillo de los grandes ojos azules de su hija, Annete.
como en todo cuento ruso o vinculado a la vieja R..., la mujer juega un papel si bien importante, pero siempre denigratorio. Ella es simpre la que separa la que desvincula, la que destruye la armonia, pero bueno, si se fijan bien, es el detonante de la historia...
ResponderEliminarhoy en dia los premios no suelken decir mucho,yo prefiero que haya pocos y buenos, porque eso dejaria mas en claro el nivel de los pocos que serian premiados. sin embargo estoy de acuerdo en que algunos premios entregados a escritores que recien comienzan su trayectoria, son entregados con buen merito y que esto sirve para aquellos que se interezan en profundizar en las exigencias de la hoja en blanco, ya que les otorga cierto peso como sucesores de una literatura hoy por hoy un poco fuera de las ambiciones de narrador y dentro de las ambiciones de un junta datos que compone una obra con base historica
ResponderEliminarlos premios siempre sirven para alentar a los jovenes autores que necessitan de cierta critica constructiva para hacerse de una idea de como sus trabajos actuan con importancia en los lectores o en los medios. para mi, esta idea de darle argumento a los nuevos ya sea escritores o pintores, etc. esta muy bien pensada.
ResponderEliminarfelicito al director de esta revista por tan curiosa idea.
saludos
Me ha gustado conocer esta nueva veta tuya. espero leer mas en un futuro y que tambien logres en esto lo que has logrado con tus cuentos y poemas
ResponderEliminarandres, hay que leerlo varias veces para llegar a la conclusion de estar de acuerdo con la critica, sin embargo, luego de un repaso de ideas, mias y tuyas, se puede estar de acuerdo
ResponderEliminarAgradezco el tiempo de todos, quienes han vertido sus variados y muy interesantes puntos de vista, enriqueciendo la temàtica tratada en este sector del blog. Es verdadero escribir, sabiendo que hay personas del otro lado que se sienten afectadas con la opiniòn de uno, y que, sobre todas las cosas, no se quedan calladas y apuestan a aportar sus ideas y sus experiencias. Muchas gracias a los que no silencian sus voces...
ResponderEliminarUn especial agradecimiento a Conrado Yasenza, por permitir mi presencia en La Tecla Eñe.