Diálogo de divorciados
Belem regaba las plantas y las flores de su jardín. Se le notaba enérgica; esa mañana de verano había dado vuelta tierra con su azada y con su pala. Su vecino salió de la casa y al verle sola se le acercó con ansiosa seriedad y le saludó tomando distancia:
-Tenga usted buenos días Belem.
-Buenos días Agustín.
-Dígame –respiró con profundo enojo-, ¿sabía que su hijo le ha faltado el respeto a Lucía?
-No puede ser. ¡Mi hijo es un santo!
-Mire Belem, los santos no espían a las jovencitas cuando se bañan.
-Debe haber un error. ¿No será que su hija tiene problemas?... Digo, problemas de personalidad. Tal vez le guste inventar cosas...
-¡No le permito! ¡Mi hija no es una loca!
-¡Já! Debería hablar con los muchachos de la esquina.
-¿Cómo dice?
-Digo que de repente sus amiguitos la conocen mejor que usted y ellos le pueden informar con respecto al carácter de su hija.
-Es imposible; Lucía es muy poco sociable con los jóvenes de su edad.
-Eso es lo que usted cree Agustín.
-¿Qué dijo? ¿Insulta a mi familia?
-Yo no digo nada, sólo pensaba en los comentarios. –Se agachó para arrancar yuyos. Se mostraba distraída.
-¿Qué comentarios? ¿De qué me habla?
-Nada, nada. Usted sabe cómo es la gente. Sólo hablan mal de uno. –Se puso de pie nuevamente y actuó un ridículo enojo. -¿Pero a qué se debe toda esta pérdida de tiempo? ¿No ve que estoy trabajando en mi jardín?
-Escúcheme Belem, ayer su hijo espió a mi Lucía mientras se bañaba, ¡y esa no fue la primera vez! ¿Entiende la gravedad del asunto?
-Por supuesto. ¡Es terrible! A la edad de Lucía y ser tímida.
-...
-Pero desde ya no se preocupe, le voy a decir a mi hijo que tenga más cuidado cuando ojee a su hija.
-¡Oiga!, ¿qué tipo de persona es usted? Mi hija no es un objeto de museo.
-¡Claro que no! Pero es que Lucía es muy bonita y mi hijo sabe eso.
De repente la mirada de Agustín se envolvió con un velo de seguridad, y entonces mencionó:
-Belem, ahora que lo pienso harían una buena pareja... ¿Se los imagina viviendo juntos? Casados...
-¡Por Dios no diga eso!
-¿Y qué? ¿Acaso su hijo desconoce que Lucía proviene de una familia muy seria?
-Agustín, yo le voy a decir algo y no deseo repetírselo: Los problemas de los adolescentes son únicamente de ellos, y ni usted ni nadie debería entrometerse. Es como si mi hijo se entrometiera en nuestra relación de vecinos.
-Pero eso es correcto. Él posee todo su derecho de hacerlo.
-¡No señor, se equivoca! Supongamos que usted no le cae nada bien a mi hijo, lo cual no está muy alejado de la realidad, y es justificable porque usted no hace más que censurarle la existencia, pero prosigamos con lo que quiero expresarle, usted me invita a un paseo, a un simple paseo de amigos, y esto a mi hijo no le cae nada bien, porque como dije antes, es usted quien de antemano no le cae nada bien.
-Lo que me quiere decir es que a veces los prejuicios ajenos distorsionan un poco las relaciones de otros.
-¡Siempre Agustín, es así siempre!
La miró con una actitud desconforme y mencionó:
-Quizá sea así como dice.
-Bueno y... ¿qué me dice de la invitación al paseo?
-¿Qué paseo?
-¡El paseo del que hablábamos recién! ¿O acaso a usted los años y la soledad le han convertido en un hombre aburrido y acabado? –Le sonrió con sarcasmo.
-De ninguna manera. –Titubeó. –Sigo siendo el mismo que cuando tenía veinte años.
-Bueno bueno, por lo menos no ha perdido el humor.
-¿No me cree?
-¡Demuéstremelo!
-...
-¡Já já lo sabía!
-...
-¡Está acabado!
-Espere, espere, no diga eso.
-¿Y entonces qué?
-Esta bien, esta noche la pasaré a buscar y daremos un paseo por la plaza. –Vaciló, luego le miró con un brillo de seguridad y agregó. –Conozco un lugar que le encantará... Pero no se olvide de decirle a su hijo que no se acerque a Lucía.
-No se preocupe Agustín. ¡Si vuelve a hacer lo mismo le juro que lo reviento!
Andrés Fabián Valdés
-Tenga usted buenos días Belem.
-Buenos días Agustín.
-Dígame –respiró con profundo enojo-, ¿sabía que su hijo le ha faltado el respeto a Lucía?
-No puede ser. ¡Mi hijo es un santo!
-Mire Belem, los santos no espían a las jovencitas cuando se bañan.
-Debe haber un error. ¿No será que su hija tiene problemas?... Digo, problemas de personalidad. Tal vez le guste inventar cosas...
-¡No le permito! ¡Mi hija no es una loca!
-¡Já! Debería hablar con los muchachos de la esquina.
-¿Cómo dice?
-Digo que de repente sus amiguitos la conocen mejor que usted y ellos le pueden informar con respecto al carácter de su hija.
-Es imposible; Lucía es muy poco sociable con los jóvenes de su edad.
-Eso es lo que usted cree Agustín.
-¿Qué dijo? ¿Insulta a mi familia?
-Yo no digo nada, sólo pensaba en los comentarios. –Se agachó para arrancar yuyos. Se mostraba distraída.
-¿Qué comentarios? ¿De qué me habla?
-Nada, nada. Usted sabe cómo es la gente. Sólo hablan mal de uno. –Se puso de pie nuevamente y actuó un ridículo enojo. -¿Pero a qué se debe toda esta pérdida de tiempo? ¿No ve que estoy trabajando en mi jardín?
-Escúcheme Belem, ayer su hijo espió a mi Lucía mientras se bañaba, ¡y esa no fue la primera vez! ¿Entiende la gravedad del asunto?
-Por supuesto. ¡Es terrible! A la edad de Lucía y ser tímida.
-...
-Pero desde ya no se preocupe, le voy a decir a mi hijo que tenga más cuidado cuando ojee a su hija.
-¡Oiga!, ¿qué tipo de persona es usted? Mi hija no es un objeto de museo.
-¡Claro que no! Pero es que Lucía es muy bonita y mi hijo sabe eso.
De repente la mirada de Agustín se envolvió con un velo de seguridad, y entonces mencionó:
-Belem, ahora que lo pienso harían una buena pareja... ¿Se los imagina viviendo juntos? Casados...
-¡Por Dios no diga eso!
-¿Y qué? ¿Acaso su hijo desconoce que Lucía proviene de una familia muy seria?
-Agustín, yo le voy a decir algo y no deseo repetírselo: Los problemas de los adolescentes son únicamente de ellos, y ni usted ni nadie debería entrometerse. Es como si mi hijo se entrometiera en nuestra relación de vecinos.
-Pero eso es correcto. Él posee todo su derecho de hacerlo.
-¡No señor, se equivoca! Supongamos que usted no le cae nada bien a mi hijo, lo cual no está muy alejado de la realidad, y es justificable porque usted no hace más que censurarle la existencia, pero prosigamos con lo que quiero expresarle, usted me invita a un paseo, a un simple paseo de amigos, y esto a mi hijo no le cae nada bien, porque como dije antes, es usted quien de antemano no le cae nada bien.
-Lo que me quiere decir es que a veces los prejuicios ajenos distorsionan un poco las relaciones de otros.
-¡Siempre Agustín, es así siempre!
La miró con una actitud desconforme y mencionó:
-Quizá sea así como dice.
-Bueno y... ¿qué me dice de la invitación al paseo?
-¿Qué paseo?
-¡El paseo del que hablábamos recién! ¿O acaso a usted los años y la soledad le han convertido en un hombre aburrido y acabado? –Le sonrió con sarcasmo.
-De ninguna manera. –Titubeó. –Sigo siendo el mismo que cuando tenía veinte años.
-Bueno bueno, por lo menos no ha perdido el humor.
-¿No me cree?
-¡Demuéstremelo!
-...
-¡Já já lo sabía!
-...
-¡Está acabado!
-Espere, espere, no diga eso.
-¿Y entonces qué?
-Esta bien, esta noche la pasaré a buscar y daremos un paseo por la plaza. –Vaciló, luego le miró con un brillo de seguridad y agregó. –Conozco un lugar que le encantará... Pero no se olvide de decirle a su hijo que no se acerque a Lucía.
-No se preocupe Agustín. ¡Si vuelve a hacer lo mismo le juro que lo reviento!
Andrés Fabián Valdés
NOTA BIOGRÁFICA
Oriundo de Uruguay, nacido el día 17 de julio de 1978. Actualmente residiendo en Argentina.
1997 – Egresa como publicista gráfico en Escuela de Artes y Artesanías “Dr. Pedro Figari”.
2004 – Seleccionado en el VIII Certamen Internacional de Poesía y Narrativa Breve (Editorial De Los Cuatro Vientos. Director Pablo Albornoz. Argentina).
2005 – Septiembre – Comienza a publicar bimensualmente hasta el mes de junio del año 2006 en la revista de arte “Vademécum” (Uruguay), dirigida por Lautaro Salgado.
2006 – Diciembre - Publica en “Revista Literaria Azul@rte” (revista virtual Peruana) diseñada por Jaime Serey.
2006 – 22 de Diciembre – Participa como miembro en “Planeta SF”, Creado y coordinado por Sergio Gaut vel Hartman, director de la revista literaria Axxón.
Tel.: 6323 – 5863
Oriundo de Uruguay, nacido el día 17 de julio de 1978. Actualmente residiendo en Argentina.
1997 – Egresa como publicista gráfico en Escuela de Artes y Artesanías “Dr. Pedro Figari”.
2004 – Seleccionado en el VIII Certamen Internacional de Poesía y Narrativa Breve (Editorial De Los Cuatro Vientos. Director Pablo Albornoz. Argentina).
2005 – Septiembre – Comienza a publicar bimensualmente hasta el mes de junio del año 2006 en la revista de arte “Vademécum” (Uruguay), dirigida por Lautaro Salgado.
2006 – Diciembre - Publica en “Revista Literaria Azul@rte” (revista virtual Peruana) diseñada por Jaime Serey.
2006 – 22 de Diciembre – Participa como miembro en “Planeta SF”, Creado y coordinado por Sergio Gaut vel Hartman, director de la revista literaria Axxón.
Tel.: 6323 – 5863
Correo electrónico: navegaaporfia@hotmail.com
Bravo Andres, segui adelante, y a triunfar.
ResponderEliminarIrma
Buenísimos los cambios, y sobre todo el ritmo que lleva el diálogo
ResponderEliminarmuy buena la revista. debo halagar este cuento, me hizo disfrutar de la lectura.
ResponderEliminarCristina:
ResponderEliminarGracias por tu comentario. Trataremos de seguir haciendo posible que disfrutes de la lectura!!!
Un buen cuento. Se puede leer muy rápido y sin que pierda el gusto que dejan los buenos cuentos.
ResponderEliminarBravi por Belem y por Andres
ResponderEliminarMagnífico por los escritores uruguayos. He leído a Rosencof y también a Mario Delgado y son de verdad buenos. Bravo por Andrés
ResponderEliminarQuisiera agradecer a Irma, Agustina Ferrari, Cristina Aguilera, Paolo, Agustina Muñoz, Osvaldo Donatto, por manifestar, lo que a mí me parecieron sus más gratas opiniones. También agradezco a todos aquellos que han visitado este blog y que han dedicado su tiempo en un intento por disfrutar de nuestro trabajo. No quisiera olvidarme de nombrar a Conrado Yasenza, con quien estoy muy agradecido por haberme hecho formar parte de este excelente blog, y a quien respeto por su dedicación y por su alto nivel profesional.
ResponderEliminarAndrés Fabián Valdés
Los felicito por la revista. Saludos
ResponderEliminarSoy escritora, o intento serlo. Mis respetos para todos los escritores.
ResponderEliminarLean El quebranto de lo riguroso, está en la web
ResponderEliminarMe gustó leer la revista. Existe lo mismo editado en papel?
ResponderEliminarBeatriz Salgado
Sigan así, como siempre mejorando.
ResponderEliminarBye
Marcelo
Belem se parece a doña Isabel, un personaje muy singular de un programa muy exitoso de cable en mexico. Me gusto el cuento y me hizo recordar eso.
ResponderEliminarSusana Arrieta
A Soledad Porcal y a Valeria, gracias por las palabras de aliento; siempre son necesaria.
ResponderEliminarA Beatriz Salgado, es una idea que deseo llevar a cabo muy pronto, pero por ahora la revi sólo esta on line.
Y un beso a todos en general y en particular.
Conrado Yasenza
Sigan así, no dejen de mejorar.
ResponderEliminarcuento breve y con mucho humor donde se deja ver que los adultos son mas "peligrosos" que los adolescentes ...
ResponderEliminarUn afectuoso abrazo al amigo que siempre ha sabido estar a mi lado. Muchos éxitos...
ResponderEliminarBuen cuento
ResponderEliminarsiempre tan cambiante. un mago...como siempre
ResponderEliminarDialogo competitivo, quizas pasional, pero a un nivel de barrio, de esos barrios que conservan algunas cosas tradicionales.
ResponderEliminarenhorabuenisima!!!
ResponderEliminarYesterday, while I was at work, my cousin stole my apple ipad and tested
ResponderEliminarto see if it can survive a forty foot drop, just so she can be a youtube sensation.
My apple ipad is now broken and she has 83 views.
I know this is completely off topic but I had to share it with someone!
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