16 marzo 2007

La Columna Grande


LOS DOS DEMONIOS: mas allá de una teoría.

Escribe Alfredo Grande (especial para La Tecla Ñ)


“Cita, cita, cita, que algo quedará”
Aforismo Implicado

Si alguien dijo que hay pequeñas mentiras, grandes mentiras y estadísticas, yo puedo agregar que hay pequeñas citas, grandes citas y manipulación bibliográfica. Cualquiera le puede hacer decir cualquier cosa a cualquiera, sin apelación alguna. Alguna vez habría que escribir un ensayo sobre la fascinación de la bibliografía, si es posible sin mucha bibliografía. Con el agravante que si ese recurso lo utiliza un escritor e historiador talentoso como Alberto Lapolla, se hace mucho mas difícil contrariar la orientación. Sin embargo, creo que su escrito “Perón y la Triple A: ver el todo Perón” (en respuesta a un artículo publicado por Rebelión) exige algunos comentarios. Además de 10 citas bibliográficas, que incluye al mismísimo Fidel Castro, menciona la opinión de un poeta y dramaturgo de inusual talento. “En esta óptica compartimos lo que alguna vez dijera Vicente Zito Lema respecto que alPeronismo 'debemos empezar a verlo como el Socialismoque pudimos construir'. En realidad, la cuestión central del artículo de Lapolla es situar a la triple A como respuesta desmesurada (por cierto no habla de excesos, seria demasiado) a la provocadora y mesiánica actitud de ERP y Montoneros. Ambos dos, como la izquierda no votada, seria responsable de esa operación masacre del democratismo fascista de las últimas imágenes del peronismo con Perón. Dos demonios: la Triple A versus ERP y Montoneros, estos últimos considerados como “no compañeros”. Y la despreciable izquierda nunca votada como la idiota inútil que balconea desde la plaza mientras otros hablan desde el balcón. Ahora bien, es decir, ahora mal: ¿por qué debemos ver al peronismo como socialismo? Nada impide por respeto a la propia realidad y a la derrota sufrida, aceptar que la izquierda peronista también luchaba por una patria socialista. Decir que “el peronismo es el socialismo que pudimos construir” tiene un aroma a “es lo que hay”. Un posibilismo que no le hace honor a un luchador como Zito Lema. Es cierto que no pudimos construir el socialismo, y no creo que lo hagamos en el siglo XXI. Pero no pienso que sea pertinente adjudicar tal carácter (el de socialista) a otro movimiento, por popular y nacional que fuera. Lapolla sobreactúa el rol de la defensa del General y sermoneando a los gorilas, hace gala de un macartismo que hasta pareciera reactivo. ¿Desde cuando las ideas valen por los votos que reciben? Una inesperada mirada resultadista que nada tiene que ver con la batalla cultural. Señalo esta cuestión porque cada uno tiene los demonios que se merece. Y creo que el par gorilismo-macartismo ha hecho estragos en el campo político social. Por supuesto que me importa poco que el cómico burgués Enrique Pinti haya dicho que odiaba tanto a Bush como a Chávez. Pero sí me preocupa, y mucho, que un historiador y militante de los valores de Lapolla, pueda asomarse a esta remanida justificación de la violencia del Estado aludiendo a la violencia de aquellos que lo atacan. Es evidente que después del golpe de Estado a Cámpora, el presidente que sí fue y que lo fueron, todo pasó a ser posible, rodrigazo mediante. Las distintas “patrias” que Perón había sostenido juntas pero no integradas, estallaron todas al grito de ¡viva perón!, como en la novela de Osvaldo Soriano. La nefasta historia de la triple A mostró que no había tercera posición, y que la polaridad seguía siendo “socialismo o barbarie”. Pero no es poco destacar lo funcional que los dos demonios siguen siendo al pensamiento no solo de la derecha, sino también de los sectores combativos. ¿Por algo será? ¿Y qué es ese algo? Los dos demonios son una forma de cristalizar la dialéctica, de negar cualquier intento de superación de los términos, en la posible aparición de un “tercero en concordia” que suprimiría a los enfrentamientos. Una terceridad mas allá del mal y del bien, un Estado Benefactor. La Patria, ahora sin fisuras, o la Colonia. De los dos demonios, no queda ninguno. Llega el ángel con alguna cruz y con alguna espada. Sin demonios la tierra vuelve a ser santa y liberada. Lo absoluto reina nuevamente. Argentina Potencia decía el slogan del lastirismo, el de las mil corbatas. La pregunta de la militancia “¿qué pasa general que está lleno de gorilas el gobierno popular?” no podrá ser contestada. Y la decisión: “conformes general, conformes los gorilas, el pueblo va a luchar” terminará en la masacre que ejecutó la dictadura cívico militar de marzo 1976. Por otro lado, cuestionar una investigación político histórica descalificando a quienes la realizan, es un recurso de aquello que se critica y no de lo que se pretende cambiar. “No jodan con Perón” no parece una incitación a la batalla cultural y una búsqueda del pensamiento crítico. Ahora bien: si mis palabras no tienen importancia porque mi perfil electoral es inexistente, entonces debo haber equivocado mi destino. Una lástima, porque mi apellido daba para un buen slogan.

Marzo 2007

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