Andrés Fabián Valdés
Reseña de “El espíritu vacío”
“El espíritu vacío”, escrita por Vicente Gallego y ganadora del premio Max Aub 2004, es la historia de un hombre que descubre en sí mismo un desconocido potencial, carente de sensibilidad y pasión, que le ayuda a enfrentar los arriesgados avatares a los que será sometido en su nuevo empleo. En el transcurso del cuento, el personaje experimenta su excitante degradación y la concepción de un peligroso héroe en sus entrañas.
Esta es una obra que asenta su filo en los tejidos del presente, sin deshilachar la textura del más real sentido. Es sorprendente descubrir cómo de un modo suspicaz, la complejidad psicológica, locuaz y ejecutante sobrevive con la línea de los personajes y con el hilo fino de la anécdota. Llevado de la mano con una intensidad agresiva, todo es dulcemente denigrante sin desprenderse del abrigo contextual. Ciertas palabras, frases y memorias, podrían aparecer escritas en rojo, sin embargo las oraciones se tiñen con la misma exacta tonalidad dentro de un caldo que hierve a borbollones.
Los primeros pasos de la obra nos llevan al encuentro con el lado cómico, ridículo y práctico al que tiende la vida para mantenernos ocupados en asuntos que no nos despiertan el más mínimo interés, salvo su próxima persuasión, luego, ya al final el rostro que vemos es otro, abusivamente cómplice y seductor dentro de márgenes salvajes, fatal y perturbado por el caos de la debilidad grupal e individual. Un final abierto donde los engranajes de la imaginación mueven mecanismos muy violentos en espacios demasiados profundos.
Reseña de “El espíritu vacío”
“El espíritu vacío”, escrita por Vicente Gallego y ganadora del premio Max Aub 2004, es la historia de un hombre que descubre en sí mismo un desconocido potencial, carente de sensibilidad y pasión, que le ayuda a enfrentar los arriesgados avatares a los que será sometido en su nuevo empleo. En el transcurso del cuento, el personaje experimenta su excitante degradación y la concepción de un peligroso héroe en sus entrañas.
Esta es una obra que asenta su filo en los tejidos del presente, sin deshilachar la textura del más real sentido. Es sorprendente descubrir cómo de un modo suspicaz, la complejidad psicológica, locuaz y ejecutante sobrevive con la línea de los personajes y con el hilo fino de la anécdota. Llevado de la mano con una intensidad agresiva, todo es dulcemente denigrante sin desprenderse del abrigo contextual. Ciertas palabras, frases y memorias, podrían aparecer escritas en rojo, sin embargo las oraciones se tiñen con la misma exacta tonalidad dentro de un caldo que hierve a borbollones.
Los primeros pasos de la obra nos llevan al encuentro con el lado cómico, ridículo y práctico al que tiende la vida para mantenernos ocupados en asuntos que no nos despiertan el más mínimo interés, salvo su próxima persuasión, luego, ya al final el rostro que vemos es otro, abusivamente cómplice y seductor dentro de márgenes salvajes, fatal y perturbado por el caos de la debilidad grupal e individual. Un final abierto donde los engranajes de la imaginación mueven mecanismos muy violentos en espacios demasiados profundos.
Andres, conozco este autor español y tambien he sabido del premio. es un buen librillo para recomendar
ResponderEliminarLo he leido y es brutal, la historia es demencial y el final abierto lo deja a uno con mas ganas de vicente gallego
ResponderEliminarMe ha costado encontralo para leerlo. En un futuro pueden brindar mas informacion al respecto?
ResponderEliminarconozco el premio y por ello conozco al autor, pero no he buscado la oportunidad de leer el cuento, hay una agenda enorme de lecturas pendientes. Parece muy interesante, pero no lo he visto en ninguna librería.
ResponderEliminarA Enrique Da Rosa, Mario Larrañaga y Mario les agradezco por sus palabras de aliento y su
ResponderEliminartiempo dedicado a nuestros quehaceres culturales, a Andrea Cortez de Amador que disculpe mis huecos, pero sin duda que agradezco sus señales de alerta.
A Conrado Yasenza, mis más sinceros respetos porque ha apostado a mis trabajos y ha encontrado algo de tiempo para dedicarme.
Les agradezco a todos las consideraciones que me han tenido.
Andrés Fabián Valdés
Me ha costado encontrarlo hombre, pero he de reconocer que el encontrarlo ha sido muy satisfactorio. Dos leidas para que veas
ResponderEliminar"Un hombre que descubre en sí, un desconocido potencial, excento de sensibilidad y pasión, que le ayuda a enfrentar los arriesgados avatares a los es sometido en su nuevo empleo."
ResponderEliminarHas resumido toda la historia (que es magnífica), en un puñetazo que desmaya todo poder de dilatación.
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