10 julio 2009

Axel Kicillof/ Economía/ Entrevista

Entrevista a Axel Kicillof
"La política económica de Kirchner se basó en sostener el tipo de cambio"

La irrupción de Néstor Kirchner en el panorama económico de Argentina, el conflicto por las retenciones a la soja y el desarrollo de la crisis económica internacional y su impacto en nuestro país, son los temas analizados por el economista Axel Kicillof en la presente entrevista.


Por Conrado Yasenza


¿Cómo analiza Usted la irrupción de Néstor Kirchner en 2003 en el panorama económico de la Argentina?

- Desde mi perspectiva, después de la devaluación de la moneda que da término al programa de convertibilidad, se verifica un cambio profundo en el patrón macroeconómico de argentina. El tipo de cambio fijo en una relación de "uno a uno" favorecía el endeudamiento, la fuga de capitales y la desindutrialización, mientras que el tipo de cambio "caro" permitió un crecimiento acelerado de la economía en base a la producción de bienes destinados al mercado interno y para la exportación. Es así que se pasa de la expulsión de trabajadores al crecimiento de la ocupación, aunque sin importantes incrementos salariales en términos reales. La política económica de Kichner se basó, principalmente, en sostener el tipo de cambio.

- ¿Existe un giro hacia la ortodoxia frente al modelo productivo competitivo que promovió el gobierno? (Suba de tarifas, dolar bajo y desaceleración del crecimiento del gasto público; apoyo finaciero externo versus ahorro interno para sostener el crecimiento) Y, qué importancia tiene el dolar en la economía mundial y en la actual situación de crisis?

- A partir de 2007 el modelo de dólar caro comienza a mostrar síntomas de agotamiento, en particular por el crecimiento de los precios internos y luego, por la fuerte devaluación de Brasil. A partir de entonces, más que un giro hacia la ortodoxia, se inicia una etapa de desorientación en la que el gobierno no apuesta a profundizar el rumbo anterior -lo que requeriría mucho más que una política cambiaria- pero tampoco se inclina en la dirección contraria. De manera que se inicia un período muy turbulento de enfrentamientos por la apropiación del excedente económico. Esto se manifiesta en las dificultades para elevar el salario y en la irrupción del "campo" en la disputa política.


- ¿Cuáles pueden ser las posibles consecuencias de la crisis financiera internacional sobre la economía argentina?

- La crisis internacional recién se encuentra en etapa de maduración y sus consecuencias son aún inciertas. Evidentemente, no obstante, incluso los economistas -americanos- que pretendían minimizar sus efectos, o restringirlos al plano financiero, ahora deben aceptar que se trata de una verdadera "depresión" que impacta sobre la producción y el empleo. La suerte de la economía argentina depende en buena medida de la profundidad que alcance la recesión en los países centrales. Si bien el crecimiento y la reorientación de la economía de los últimos años coloca al país en una suerte de refugio, en particular por el hecho de tener sus necesidades de financiamiento prácticamente cubiertas, el vínculo con la economía mundial es muy fuerte. En primer lugar, a través de las exportaciones agrarias, en segundo lugar, por el alto grado de transnacionalización de la economía, que sirve como correa directa de transmisión de las decisiones de las multinacionales. Es imposible sostener que una grave crisis dejará a Argentina en paz.


- ¿Cuál es su visión sobre el conflicto entre un sector del agro y el gobierno?

- Luego de la devaluación de la moneda, en 2002, la rentabilidad de los sectores exportadores en general se vio multiplicada debido a la presencia de un dólar "caro". Si a eso se suma el crecimiento de los precios mundiales de algunos cereales y oleaginosas, en particular el poroto de soja, tenemos que los productores sojeros se encuentran entre los más favorecidos por el nuevo esquema económico. Por lo mismo, luego de la devaluación, el precio internos de los alimentos, si el Estado no hubiera realizado intervención alguna, se hubiera multiplicado por tres, produciendo una caída mayor que la que se registró del poder adquisitivo del salario. Ambos motivos dan lugar a la aplicación de retenciones. Sin embargo, con la llamada sojización, buena parte de los productores medianos se convirtieron en rentistas puros, saliendo ellos mismos de la producción para arrendar su campo. Esto explica la resistencia de los "pequeños" propietarios al incremento de las retenciones.
Obviamente, con la resolución 125, la razón estaba del lado del gobierno, aunque el hecho de no haber esclarecido durante el período anterior las causas y las consecuencias de la aplicación de retenciones, por un lado, y el avance de la sojización sin ninguna traba, por el otro, contribuyeron a volcar a la opinión pública en favor de un presunto chacarero pobre que en realidad no existe, o sólo subsiste en las zonas muy marginales. Resulta paradójico que en una de las épocas de mayor bonanza para el campo se presente un conflicto de esta naturaleza.


Entrevista realizada por Conrado Yasenza
Junio 2009