24 diciembre 2011

A DIEZ AÑOS DEL 19-20 DE DICIEMBRE DE 2001: Palma Dante



Diciembre de 2001: De la habituación a la excepcionalidad

Por Dante Palma*

(para La Tecl@ Eñe)


A la distancia creo posible reflexionar en varios sentidos. En primer lugar lo que yo llamaría una habituación a la excepcionalidad. Los argentinos estábamos inmersos en un contexto en el que la protesta y la represión eran moneda corriente. En este sentido, era muy disonante contraponer la normalidad con la que se vivía o, en todo caso, la falta de conciencia respecto de lo que estaba sucediendo, con la mirada que ciudadanos y medios de otros países tenían de lo que estaba sucediendo aquí.

En segundo lugar, asombra la recuperación de la política tras una crisis que podría haberse juzgado terminal y el florecimiento de un espíritu militante que considera que la política es el lugar adecuado para hacer las grandes transformaciones. Frente a esa lógica oenegista de los 90 que, ante la retirada de Estado, creaba muchos sellos de goma beatificados por presentarse como emergentes de una sociedad civil indignada, se ha demostrado que sólo a través de un Estado activo se pueden hacer transformaciones radicales.

En esta misma línea, se debe reconocer la irrupción en la arena política de los movimientos sociales y, al mismo tiempo, el fracaso de diagnóstico y accionar de la izquierda en Argentina que vio en las asambleas barriales y en el trueque unas condiciones prerevolucionarias que no existían. Por otra parte, cabe indicar, volviendo a los movimientos sociales, que su supervivencia dependió de la canalización institucionalizada de sus reclamos, más allá de que se los pueda criticar, por izquierda, de haber sido cooptados por la burocracia estatal.

En cuarto lugar, quizás una lectura comparativa casi obvia en relación a lo que ocurre actualmente en Europa. Si bien parece demasiado pronto, cabe indicar que la salida de las crisis es impredecible. En otras palabras, la crisis barre con el gobierno que hay sea cual fuere su signo político y lo que vendrá será de signo contrario, es decir, puede ser de derecha o de izquierda. En el caso de Argentina, la llegada de Kirchner fue una casualidad surgida de la atomización de las alternativas, de aquí que si las opciones de derecha se hubieran aglutinado en 2003 hubieran obtenido más del 70% de los votos.

En quinto lugar y también tomando el ejemplo de Europa, está lo que en algún momento llamé la paradoja de la democracia aunque ya no aplicado a los casos de Medio Oriente donde la imposición del sistema democrático lleva al poder a sectores antidemocráticos, sino aplicado al propio contexto occidental. En este sentido, la paradoja que explota hoy en Europa y que tuvo su punto cúlmine en nuestro 2001, es que los gobernantes elegidos por el pueblo son simples representantes de intereses privados que en forma de corporaciones multinacionales y a través del capitalismo financiero, son los que finalmente marcan las principales políticas, no sólo económicas sino sociales y culturales.

Por último, me parece que hay que destacar que si bien podría afirmarse que las acciones del gobierno de Kirchner fueron en gran parte determinadas por un clima de conflictividad social único, la actual fisonomía política y cultural del país se debe a una decisión tomada desde el gobierno. En este sentido, en la arena política actual las identidades de la Argentina fueron constituyéndose de arriba hacia abajo, lo cual, en principio no lo hace no mejor ni peor. En esta línea, muchas de las leyes centrales del kirchnerismo no obedecieron a grandes reclamos populares sino a decisiones que luego fueron acompañadas por una heterogénea multitud que incluye a gremios, clase media profesional, juventud, aliados transversales y PJ.

*Filósofo

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