Me gustan mucho los trabajos de los artistas de entreguerras, Hoch, Groz, Renau, Ray, Duchamp, y tantos otros que hicieron del colage un arte y también una manera de acción directa sobre el texto, y por supuesto, sobre la época que vivieron. Trabajaron con elementos simples, la palabra, la fotografía, el recorte, releídos con un sentido documental y político. Lo más lejano al “objeto” de lujo que cierto tipo de arte pretende.
Empecé a hacer este libro, del que se publican algunos colages, hace muchos años, en el 89, y nació de la lectura transversal del periódico El país
Me cansa y me preocupa la manipulación y la desinformación de un diario que muchas veces se confundió con un diario “progresista”. Me enojaba al ver cómo las noticias se estructuraban de tal forma que aparentando informar con libertad, repetían sin cesar el discurso dominante. Mentían y mienten con total impunidad.
Además de leer muchos otros medios de la red, con otra información, el ritual del periódico de papel es para mi una necesidad, o al menos una costumbre.
Empecé sencillamente a jugar con las noticias –y la publicidad que tanto se le asemeja- y fui encontrando en las mismas páginas textos contradictorios que colocados juntos producían otra lectura.
En este juego, he tratado de recortar lo menos posible las frases. He mezclado titulares, fotografías, publicidad, textos, sólo para encontrar otro sentido –escondido tal vez- para las palabras maltratadas por el lenguaje periodístico al uso.
Así, fui acumulando páginas. Demasiadas, pero me divierte, y quizá sólo así y por este motivo, justifico gastar un euro diario en la compra de este periódico.
Ojala esta dosis de humor negro contribuya a romper con la anestesia y la desinformación que –disfrazada de verdad- los grandes medios pretenden.
grande sarita !
ResponderEliminarNicole