07 septiembre 2009

Informe Poesía y Mercado - Segunda Entrega

Poesía y Mercado - Segunda Entrega

Informe sobre Poesía y Mercado: Los senderos de la voz poética
Ilustración: Carlos Gorrianera

Silvia Long-Ohni: Entre la mercadotecnia y la poesía el abismo es grande


- ¿Cómo observa Usted la relación de la poesía con el mercado editorial del libro?
Es decir cuál es la relación de la poesía con la mercadotecnia?


- La falta de vínculo entre poesía y mercado editorial es absoluta y, en especial en lo que se refiere a la producción de poetas que no se encuentran en el podio de los consagrados, aun cuando su poesía se corresponda con altos niveles de lo poético. El mercado editorial tiene hoy un objetivo claro: la ganancia económica y lejos está de sus preocupaciones el descubrir voces poéticas valiosas. Edita lo que tiene seguridad de poder introducir en el mercado, lo que el menguado lector de poesía consume. Ese lector consume lo ya consagrado, lo que lleva implícito un cierto sello de seguridad. Dentro de este circuito delimitado hay obras de calidad y otras que dejan mucho que desear. La “otra” poesía circula a través de editoriales pequeñas, editada por cuenta y cargo del autor, no participa del mercado editorial y llega a un sector muy delimitado de lectores, en general, personas vinculadas con el propio autor y con el ambiente de los poetas. Entre la mercadotecnia y la poesía el abismo es grande y, en el medio, está el posible lector/comprador completamente subyugado y desamparado, ignorante del más allá existente fuera del mercado editorial.

- ¿Y cómo observa el panorama de la creación y difusión de la poesía en la actualidad?


- En cuanto a lo que podría entenderse como voluntad de creación poética veo una inabarcable profusión. Día a día son más las personas que intentan transitar escribiendo el terreno de lo poético y que, por supuesto, editan en papel si es que les es asequible. Dentro de este circuito, la cantidad de libros editados llega a transformarse en un material inabarcable para cualquiera y el producto queda reducido a las manos de los pequeños grupos que participan de esta tarea. La difusión, por lo tanto, es reducida y estrecha: los poetas leen a los otros poetas (si es que los leen), pero no creo que resulte posible hablar de un lector de poesía no condicionado por lo que ofrece el mercado editorial.

- ¿Tiene alguna opinión formada sobre el fenómeno de Internet y su relación con la literatura?


- Internet ha venido a ser una tabla de salvataje para muchísima gente que escribe poesía en tanto el encuentro con los lectores posible es amplio y extenso. Un poeta puede llegar con sus obras a lectores de lugares remotos sin demasiado costo, como no sea su empeño, su voluntad y sus horas disponibles de trabajo frente a un teclado. Desde luego, esta apertura sin vallas permite la democrática inclusión de todos aquellos que escriben en verso y que saben manejar una computadora. Ello hace que, en semejante multitud, pueda un lector hallarse con todo lo posible, desde excelente o buena poesía hasta material de muy poca monta, pasando por sus intermedios. Es mediante Internet que el propio lector está obligado a cumplir, además, una función de crítico. Sabemos que la crítica literaria, antaño floreciente y desinteresada del mercado, que guiaba al lector hacia el encuentro con obras de calidad desconocidas o poco conocidas, hoy se ha abandonado.


- ¿Existe algún fenómeno de tipo disruptivo de la llamada generación de poetas de los 90 con el relato poético hasta ese entonces?


- Sí, se ha producido, notoriamente, un corte que podría ubicar temporalmente, de manera tentativa, en la primera mitad del siglo XX. Hasta ese momento se podían detectar, con cierta claridad, tendencias más o menos definidas. A partir de la época mencionada, más o menos, entiendo que la poesía se ha estancado, se ha encharcado, no hay corrientes literarias nuevas, sustanciales y definidas. La mayoría de lo que se produce en poesía responde, a mi ver, a un cartabón neo-neo-neo surrealista, aventado por los múltiples “talleres literarios”, una especie de poesía de corte masificado cuyo producto suele ser, si bien en ocasiones formalmente correcto, absolutamente seco y vacuo en cuanto a contenidos, aun atendiendo a la inefabilidad propia de lo poético.

- Para finalizar, ¿cuál es la función de la poesía, si es que posee alguna?

- La finalidad de la poesía es la misma poesía. Ella es, en su esencia, finalidad. El hecho de que, desde este lugar, la poesía pueda ejercer en los diferentes lectores cualquier tipo de consecuencia resulta una probabilidad que no atañe a la función poética en sí.

Long-Ohni Silvia
Argentina



Roberto Cignoni: Devolver el vacío a la palabra sobre la razón del discurso
Ilustración: Mauricio Nizzero

1) Alumbrándose en lo inconcebible, ella sólo se intercambia por la diferencia consigo misma; en el desprendimiento de lo dado hace permanente el poder de sus signos. Cuando el mercado propone sus monedas, ella revela su falta de equivalencia como un bien inconquistable.



2) Sólo se crea lo que no está donado desde siempre; apenas necesita difundirse aquello que no se alienta en el vacío de todo. Ella permite que hechos y cosas se susciten en la arbitrariedad de ser tales; iluminando misterio, los acoge en su puro e insoluble acontecer. Así, puesto que sólo hace presente, no deja que aparezcan creador ni creado; en tanto se realiza como el abandono, no encuentra dominio por el cual difundirse.

3) A estos dos aparatos los conecta diestramente el operador social.

4) Las benditas generaciones regurgitan aún los distintivos de lo nuevo y de lo antiguo. Cuando la poesía se ofrece, lo más arcaico y ausente de rastro, lo más inaudito y desapercibido de excepción, se resuelven el solo instante que ningún celo temporal se hace capaz de alinear. Lo que ya no arraiga ni transforma, lo que ya no recuerda ni despide: beso de la incomparable palabra en su amoroso ahora.

5) La no-funcional función: devolver el vacío a la palabra sobre las razones del discurso apropiador.


Roberto Cignoni Publicó 5 libros de poesía, el último en el año 2001, "CEROS DE LA LENGUA". Fue coeditor de la revista Xul, signo viejo y nuevo y colaborador de las revistas Tsé-Tsé y Tokonoma. Fundó junto a Carlos Estevez el espacio experimental de poesía "Paralengua" en 1989.



Jorge L. López Aguilar: La poesía es una vía de conocimiento tan potente como la ciencia


Ilustración. Mauricio Nizzero


- Estoy convencido de que la poesía no se vende. En todos los sentidos: no está al servicio rentado de nadie, pero tampoco hay (mucha) gente dispuesta a pagar por un libro de poesía. Alguna vez oí decir a un escritor consagrado que si los poetas nos leyéramos entre nosotros, cualquier libro de poemas vendería miles. Yo pienso que realmente es así, pero no sé porqué no ocurre. En cuanto a la mercadotecnia, quién sabe nos ha faltado alguien que encontrara la manera de impulsar el “producto”. Mi libro más reciente se llama “Cantor Secreto” en parte por cuestiones como ésta. Cantamos en secreto, y no nos importa si hay alguien oyéndonos. Nuestros libros son trescientos o cuatrocientos ejemplares, para 400 millones o más de personas que hablan castellano en el mundo. Y hay que pagar las ediciones y los envíos por correo. No hay distribuidoras que coloquen libros de poesía en los kioscos, y hasta el correo es caro. Y no creo que el Estado pueda resolver esto, porque terminaríamos en un juego de amiguismos y acomodos que no permitiría la circulación irrestricta de la poesía.


- Igual que siempre. En cuanto a la difusión, ha habido algún proyecto exitoso como el “Diario de Poesía”, pero siempre terminamos en procesos de revistas, algunas muy interesantes, que se terminan y no dejan seguidores. La creación es otra cosa: No dejaremos de trabajar nunca, y la poesía guardará siempre las màs trascendentes inquietudes humanas: el amor, la muerte, la vida. Preocupaciones por el mundo en que vivimos, o cuestiones políticas y sociales que tratamos de entender. La poesía es una vía de conocimiento tan potente como la ciencia.

- Quién sabe sea la Internet la respuesta para estas inquietudes: los blogs, la posibilidad de comunicarse sin fronteras y con velocidad. Mecanismos que hacen posible el “avisa a los demás” de Vallejo. Pero, como todo en Internet, se mezclan cosas valiosas con zonceras, todas esas “cositas” en Powerpoint que en su mayoría no sirven para nada, y la sobreabundancia de mensajes que hacen difícil clasificar todos los mensajes que uno recibe.

- No tengo la menor idea. Es posible que el modernismo, el minimalismo y esas cosas dejen su huella en la poesía que se escribe actualmente, pero no tengo tanta información como para opinar al respecto. Me dedico a la poesía como a mi principal oficio, y sin embargo no podría nombrar cuatro poetas vivos del Chaco o de Mendoza. Qué hablar de la poesía que hoy se puede estar escribiendo en Perú, o en Uruguay.

- Algo ya mencioné anteriormente, pero esta es una pregunta que amerita respuestas larguísimas, ensayos muy sesudos, o por ahí un solo gesto, que pretenda responderlo todo. La poesía, como todo el arte, es una potente manera de expresar las mayores dudas que la filosofía ha intentado aclarar, es el resguardo de nuestro idioma y nuestras ideas. Es algo que escribiríamos aunque supiésemos que nadie va a leer. Es algo que haríamos en plena luna de miel, y esperando a la madrugada en que nos van a fusilar. La poesía nos redime, nos explica, deja testimonio de los que somos y lo que no somos. El arte tiene una función que supera las épocas, las modas, y los mercados. Y la poesía es el arte por excelencia, aún con la barrera del idioma que otras artes, como la pintura, no tienen. Cuando queremos explicar algo, siempre hay una línea de algún poema que lo dice rotundamente: “el misterio de adiós que siembra un tren” o “su cadáver estaba lleno de mundo”.

Jorge L. López Aguilar
Ramos Mejía, Prov. Buenos Aires



Ronaldo Wright: Pisarle los cayos a la cultura de Mercado



Iustración: Carlos Gorrianera

Creo que la Poesía -al igual que el Psicoanálisis (entendido éste como una Poética y una Erótica)- son fieles representantes de otra voz en su relación con el mercado. Si el mercado es el representante de una cultura falsa, mentirosa y deformada; a través de la Poesía (y del Psicoanálisis también) el sujeto tiene mayores y mejores posibilidades de acceder a su verdad, a un otro modo de pensar, de sentir y de hacer. Tanto la producción poética como la psicoanalítica se caracterizan por "pisarle los cayos" a la Cultura del Mercado. Entiendo, entonces, que las ideas dominantes del mercado no son las de los poetas... como sí digo que Psicoanálisis y Poesía tienen mucho en común. Respecto del Mercado, ambas están situadas en la vereda de enfrente y, desde allí, nos dicen lo mucho que tienen por decir.


Ronaldo Wright - Psicoanalista y Poeta




Alejandro Mauriño: La creación poética está incólumne
Ilustración: Carlos Gorrianera


1. El negocio editorial nunca va de la mano con la poesía. De cada cien libros que se venden en una librería, el porcentaje de títulos líricos nunca supera el 5% (en el mejor de los casos). En los tiempos más exitosos de Jorge Luis Borges, sus títulos no superaban los 5.000 ejemplares. Los libros de prosa de Paulo Coelho (conocido plagiario, mediocre guionista devenido en escritor) tienen tiradas de 50.000 ejemplares.
Me parece que -salvo excepciones- no hay relación entre la poesía y la mercadotecnia.

2. La creación poética está incólumne. La débil difusión de la poesía, también.
Pero la calidad y trascendencia poética, en relación a los numerosos títulos editados, es muy pequeña.

3. Es curioso el fenómeno Internet. La gente lee y escribe mucho más que antes de su aparición, pero ha descendido notablemente la calidad de esa lectura y del ejercicio rituálico de escribir diariamente. Incluso ha aparecido un sub-idioma, es decir el que se aplica en el "chateo".

4. No tengo idea.

5. Llena una franja difusa de cada sujeto. Antes y ahora, lo que primero intenta escribir un adolescente es un verso. No intenta un cuento o un ensayo, sino que trata de producir un poema.
Pero la pregunta es muy ambiciosa. Podríamos llenar páginas intentando una respuesta certera.

Alejandro Mauriño
Escritor - Librero - Publicista