Entrevista a Martín Becerra
“Hay una falta de decisión
política para concretar los aspectos de la ley que no refieren específicamente
a Clarín”
Martín Becerra es especialista en el estudio de los sistemas de medios
de comunicación en América Latina y en los procesos de concentración de medios.
Doctor en ciencias de la información por la Universidad Autónoma de Barcelona,
Licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad Nacional de Buenos
Aires (UBA), investigador independiente en el Conicet y profesor titular por
concurso en la Universidad Nacional de Quilmes y en la UBA, Becerra también
incursionó en el periodismo escribiendo artículos que fueron publicados en los
diarios Página 12, La Nación y Perfil. Recientemente publicó, junto a Sebastián
Lacunza, el libro WikiMediaLeaks,
sobre los archivos de
WikiLeaks no difundidos por los medios masivos de comunicación de América
Latina . En esta entrevista Becerra afirma que la aplicación total de la
ley de medios ha quedado relegada por la disputa del Gobierno Nacional con el
Grupo Clarín, ya que el único artículo que se halla suspendido, y sólo para el
caso Clarín, es el Art 161 de desinversión. La conformación de la Comisión
Bicameral de Seguimiento de la Comunicación
Audiovisual, la adjudicación de señales en período de prueba, la marcha atrás
en el pliego de otorgamiento para las nuevas señales de televisión digital a
organismos no comerciales o comunitarios y su opinión sobre el programa
televisivo 6,7,8, son algunos de los temas que se abordan en esta entrevista.
Por Conrado Yasenza
(para La Tecl@ Eñe)
- Conrado Yasenza: En primer lugar, me gustaría proponerle un análisis
del estado actual de la Ley de Medios, ley que se ha visto imposibilitada en su
aplicación por el sistema de medidas cautelares interpuestos especialmente por
Clarín.
- Martín Becerra: La pregunta da por sentado algo con lo que
disiento: mi análisis de la aplicación de la ley es diferente y no otorga el
protagonismo por la falta de implementación a Clarín sino al gobierno nacional,
y luego si, a Clarín. En verdad, el único artículo que se encuentra suspendido,
y sólo para el caso de Clarín, es el 161 de adecuación al límite de
concentración. El resto de la ley, y esto lo ha dicho varias veces la Corte
Suprema, se halla vigente. Es decir que si no se concretan los demás artículos
(y el 161 para los grupos de medios que no son Clarín), no obedece a las trabas
legales por el caso Clarín. Desde la
sanción de la ley hasta ahora, su concreción sólo es visible en la asignación
de licencias a municipios, provincias y universidades (ello no significa que
hayan comenzado a operar o que puedan hacerlo), en concursos para radios de
baja potencia en algunas provincias y en la promoción de contenidos con
criterio federal, aunque en el último año con un financiamiento decreciente,
organizados por el INCAA. ¿Qué obturó la ejecución del resto de la ley? Por un
lado, el gobierno enfocó prioritariamente su energía contra el Grupo Clarín.
Como este grupo, el principal del paisaje mediático, cuenta con una medida
cautelar que impide que el artículo 161 de desconcentración se le aplique hasta
el 7 de diciembre, el gobierno juzgó asimétrico hacer cumplir la ley a otros
grupos (Vila-Manzano, Hadad –ahora Cristóbal López-, o Cadena 3). Y como la
atención del gobierno está centrada en Clarín, el resto de la ley quedó
relegado. Ese resto es importante: permitiría a los grupos sociales no
lucrativos acceder a licencias, oxigenaría con una necesaria transparencia la
titularidad de los medios, contribuiría a que la oposición ejerza su rol de
control de los actos de gobierno, inauguraría una cultura ciudadana de diálogo
con los medios y modificaría la impronta partidaria de emisoras que deberían
ser públicas.
- CY: ¿Cómo analiza Usted la
negativa, o cierto desinterés, de los
miembros de la oposición a ocupar sus lugares en la Comisión Bicameral de
Promoción y Seguimiento de la Ley de Comunicación Audiovisual? ¿A qué causa, según su
criterio, responde esta demora?
- MB: La pregunta da por sentado que la Comisión Bicameral no se
halla compuesta por decisión de la oposición, lo cual era válido hasta hace
ocho meses, pero no lo es desde 2012. Hasta diciembre de 2011 la oposición se resistió a integrar la Comisión
Bicameral que debería controlar la gestión de la ley. Desde entonces, es el
gobierno quien frena lo dispuesto por la ley negándose a que se designe a los
miembros de la oposición en dicha Comisión. ¿Por qué se negó la oposición? Mi
interpretación es que algunos partidos opositores al gobierno “tercerizaron” la
construcción de política de medios, delegando en los grandes grupos su diseño,
y quedaron presos de dicha agenda. Lo mismo había hecho el kirchnerismo entre
2003 y 2008.
- CY: ¿Podría explicarnos cuál es
la situación legal, en cuanto a la adjudicación en carácter de período de
prueba, de las señales televisivas como C5N y Cn23?
- MB: Se trata de otro aspecto en el que el gobierno incumple la
ley. Resulta llamativo que a casi tres años de aprobada la ley, el gobierno
sostenga un estado de precariedad en la explotación de señales de televisión
digital. En lugar de organizar concursos para las señales de televisión digital
como establece la norma, el gobierno otorgó en 2010 permisos experimentales
para empresas que ni siquiera habían ganado concursos para explotar licencias
audiovisuales en analógico. Me pregunto por qué el gobierno en lugar de
experimentar con organizaciones sin fines de lucro, en correspondencia con la
prioridad que asigna la ley al sector no lucrativo, comenzó con empresas y con
el sindicato de Gerardo Martínez (UOCRA). A más de dos años, esa prueba
experimental ya debería haber sido evaluada públicamente y reemplazada por
concursos.
- CY: ¿Cuál es su análisis sobre
el concepto de medios hegemónicos o con posición dominante?
- MB: En la Argentina hay grupos con posición dominante en los
mercados de televisión abierta y por cable y de prensa escrita. No son
hegemónicos, al menos si tomo como referencia el concepto gramsciano de
hegemonía. La discusión permanente y la réplica que organiza de forma cotidiana
el gobierno sobre los medios más grandes no se condicen con la idea de
“hegemonía”. Los grupos con mayor extensión son dominantes porque uno o dos
operadores concentran más del 40 o 50% de cada mercado (según el caso, el
porcentaje varía). Con Guillermo Mastrini hemos escrito libros y artículos que
constatan el grado de dominio de mercado por parte de grandes conglomerados en
Argentina y en otros países de la región.
- CY: ¿Cree Usted que medios como
Clarín, La Nación y Perfil han traspasado cierto umbral ético o deontológico
que regía el ejercicio del oficio periodístico como producto de la sanción de
la Ley de Medios?
- MB: Creo que los medios que mencionás, pero también los
oficialistas, ofrecen ejemplos de tratamiento sesgado, descuidado o altamente
tendencioso de la información y que en varios casos descalifican y denostan
toda opinión que no coincida con la línea editorial de la empresa. Y en todos
ellos también encuentro ejemplos, en menor cantidad, de respeto a la diversidad
de ideas y de rigor periodístico. Es decir, la polarización política del campo
mediático resigna, en muchas ocasiones, el ejercicio del periodismo por una
labor de recorte de la realidad para hacerla funcional al propio interés, sin
vacilar en recurrir a golpes bajos para hacerlo.
- CY: ¿Qué cree que sucederá
luego del 7 de Diciembre de este año? ¿Se hará realidad el cumplimiento del
Art. 161 de desinversión o asistiremos a nuevas estratagemas judiciales
promovidas por el Grupo Clarín?
- MB: Considero que la palabra al respecto la tendrá la Corte
Suprema de Justicia: dudo de que el 7 de diciembre automáticamente se
desconcentre el mercado audiovisual. Además, te recuerdo que la Corte Suprema
en su fallo último sobre la extensión de la cautelar dice explícitamente que el
gobierno no pareció precisamente comprometido con la aplicación del resto de la
ley…
- CY: ¿Cómo analiza la marcha
atrás en el pliego de otorgamiento para las nueva señales de televisión digital
a organismos no comerciales? ¿Es una desprolijidad, una falla de planificación,
una falta de análisis de las posibilidades reales del cumplimiento de esta
parte esencial de la Ley de Medios?
- MB: Con esta anulación el gobierno reconoció, en sus
considerandos, que la convocatoria anterior fue realizada sin tomar en cuenta
el federalismo ni la prioridad de los actores sin ánimo de lucro, y que las
condiciones de prestación de señales (en alta definición o en standard) tampoco
resultaban adecuadas. En la práctica, se admite que no existía, y al parecer
sigue sin existir, un "plan técnico" que la Ley de Servicios de
Comunicación Audiovisual exige como condición para la apertura de
concursos. Este plan técnico es una referencia fundamental para evaluar
si la apertura de licencias se realiza en base a una previa planificación del
destino del espectro y sobre todo, para que se conozca públicamente cuál es el
mapa de licencias disponibles, cuántas de ellas serán explotadas por
empresarios, cuántas por el Estado y cuántas por organizaciones sin ánimo de
lucro. Creo que hay improvisación y que hay una falta de decisión política para
concretar los aspectos de la ley que no refieren específicamente a Clarín.
- CY: ¿Concuerda con la idea de
que los grandes medios asociados al capital económico-financiero poseen el
poder suficiente para desestabilizar a gobiernos democráticos? Lo pregunto en
función del concepto de golpes institucionales blandos que tiene como último
episodio el golpe sufrido por el pueblo paraguayo.
- CY: Se sostiene desde los
medios tradicionales que el oficialismo ha creado otro monopolio de corte
oficialista, para-estatal, compuesto por diarios y canales de televisión, y
organizados bajo la égida de grupos económicos como el de Szpolsky o Cristóbal
López?
- MB: Si la pregunta es si se sostiene eso desde los medios
tradicionales, la respuesta es afirmativa: se sostiene eso desde los medios
tradicionales.
- CY: ¿Y cómo observa el caso
Hadad- Cristóbal López?
- MB: Se trata de una transferencia no avalada por la ley de
medios, anunciada públicamente por Hadad y López a través de un comunicado.
Había suficientes indicios para que la Autoridad Federal de Servicios de
Comunicación Audiovisual actuara de oficio. No lo hizo. Más recientemente, un
desacuerdo entre los dos empresarios puso en duda la concreción final de la
operación, que involucra una cantidad de medios que no está permitida por ley.
- CY: ¿Qué opinión tiene sobre el
programa televisivo 6,7,8? ¿Concuerda con la necesidad de este programa en
cuanto a la tarea de desmontar las cotidianas informaciones tergiversadas de
los grandes medios?
- MB: Acuerdo con lo que señalan los “21 puntos por una
radiodifusión democrática” de 2004 y con lo que establece la ley de medios, que
reserva para los medios de gestión estatal el espacio de garante de la
diversidad de opiniones que los medios privados no ofrecen. Creo que dentro de un registro intemperante
con las ideas distintas, tanto Canal 7 como Radio Nacional vienen proponiendo
programaciones originales, lograron por primera vez en su historia disputar
segmentos de gran audiencia a los operadores comerciales (como el fútbol en
tv), también de modo inédito están a la vanguardia de la digitalización de
equipos y pantallas, producen o tercerizan la producción de ficción con un
sólido discurso audiovisual y rompieron el tabú de la omertá que regía de facto
en el periodismo. En este mapa se inscribe 6,7,8. Lo que la pregunta tuya
celebra (“la tarea de desmontar las cotidianas informaciones tergiversadas de
los grandes medios”) encuentra sus propias limitaciones en un estilo repetitivo
y que alienta una convicción maniquea sobre la agenda pública. Ello, combinado
con la persistencia de un discurso que degrada posiciones distintas a las del
gobierno, afecta la credibilidad de un espacio que, vale la pena recordarlo, es
público y no gubernamental. Una de las consecuencias del uso gubernamental de los
recursos públicos en comunicación es la subestimación de la capacidad
intelectual de selección de la audiencia, que si contara en los medios públicos
con voces que difieran del relato oficial podrían elaborar con mayor fundamento
su propia perspectiva, en lugar de recibirla digerida por la edición sesgada.
En el temor a incluir voces diferentes al mensaje oficial subyace la
inseguridad para sostener las cualidades del propio mensaje si éste tuviera
contraste.
- CY: ¿No le parece que hay un
estrechamiento intelectual o argumental en algunos periodistas que sostienen
sistemáticamente que el Grupo Clarín es la parte débil, el David, frente a un
Goliat identificado en el estado Nacional?
- MB: Creo que sostener que Clarín es débil frente al gobierno es
inexacto como postular lo contrario.
- CY: ¿Para finalizar, cómo
analiza Usted la idea, instalada desde los grandes medios, del abuso de la Cadena Nacional por parte de
la Presidenta de la Nación?
- MB: La pregunta da por sentado algo con lo que disiento: no sólo
los grandes medios critican el abuso de la cadena nacional. La ley de servicios
de comunicación audiovisual, cuyo mayor impulsor político fue el gobierno, dice
textualmente que “el Poder Ejecutivo nacional y los poderes ejecutivos
provinciales podrán, en situaciones graves, excepcionales o de trascendencia
institucional, disponer la integración de la cadena de radiodifusión nacional o
provincial, según el caso, que será obligatoria para todos los licenciatarios”.
Estoy de acuerdo con lo que dispone el texto.
Entrevista realizada por Conrado Yasenza para La Tecl@ Eñe
Sabias palabras.
ResponderEliminarEs una entrevista en donde pregunto desde un lugar, no desde la objetividad impoluta, y Becerra contesta lo que desea, como desea y no se edita. Me alegro Anónimo que la haya leído y se haya sentido identificado con las respuestas de Becerra. Saludos
EliminarFelicitaciones Martín! Totalmente de acuerdo: "la polarización política del campo mediático resigna, en muchas ocasiones, el ejercicio del periodismo por una labor de recorte de la realidad para hacerla funcional al propio interés, sin vacilar en recurrir a golpes bajos para hacerlo" Por eso ya prácticamente no existen medios, al menos si nos referimos a los más importantes, creíbles en Argentina, atravesados por la visión maniqueísta de la realidad. No entiendo lo de "desde un lugar": todos ocupamos un lugar, pero el periodismo debe sobre todo informar con la mayor objetividad posible,promover la reflexión y la mirada crítica sobre la realidad que nos circunda. El resto es panfleto o propaganda.
ResponderEliminarExáctamente anónimo,porque la revista intenta ofrecer otras voces y miradas críticas, es que leés esta entrevista, y opinás sobre ella y las respuestas de Becerra. Y si abrís los ojos y querés ver, hay medios, y los hay que hacen periodismo y no operaciones periodísticas, que es lo que le hace realmente mucho daño al tejido social y al periodismo en sí. Si no estás de acuerdo con la linea editorial, perfecto, pero es el lugar desde donde se plantea la mirada sobre la sociedad sin falsas apelaciones a la objetividad entendida como simulación por la negativa de ese lugar desde el que se habla pero que se oculta. Insisto: Qué lástima los anónimos.
EliminarExáctamente anónimo,porque la revista intenta ofrecer otras voces y miradas críticas, es que leés esta entrevista, y opinás sobre ella y las respuestas de Becerra. Y si abrís los ojos y querés ver, hay medios, y los hay que hacen periodismo y no operaciones periodísticas, que es lo que le hace realmente mucho daño al tejido social y al periodismo en sí. Si no estás de acuerdo con la linea editorial, perfecto, pero es el lugar desde donde se plantea la mirada sobre la sociedad sin falsas apelaciones a la objetividad entendida como simulación por la negativa de ese lugar desde el que se habla pero que se oculta. Insisto: Qué lástima los anónimos.
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