29 abril 2011

Informe: De qué hablamos cuando hablamos de Batalla Cultural/¿ Batalla Cultural?: Una guerra desde el fondo de la historia/Saccomano Guillermo

Entrevista a Guillermo Saccomano


¿Batalla Cultural?: Una guerra desde el fondo de la historia


En esta breve entrevista realizada vía correo electrónico, el novelista Guillermo Saccomano reflexiona sobre el término “Batalla Cultural” y nos brinda su opinión sobre los cruces y relaciones entre literatura y política.

Por Conrado Yasenza (para La Tecl@ Eñe)


- Se habla últimamente mucho sobre el término "Batalla Cultural" dando por sobreentendido que sabemos de qué se está hablando. ¿Pero qué implica para Usted la idea de Batalla Cultural? ¿Batalla por el sentido? ¿Por la circulación democrática de la palabra?

- ¿ De qué "batalla" estamos hablando? ¿ De una empresa de comunicación mediática versus otra? De una editorial multinacional versus otra rival, las dos editando simétricas y en espejo desde la perspectiva del marketing porque no hay afuera de la cultura de la plusvalía por más que le espeluzne a las buenas conciencias de las bellas letras? ¿De los medios privados versus una política estatal de medios? ¿ De qué palabra hablamos cuando los humillados y ofendidos no encuentran su voz? ¿ Mientras los escritores se la miden a ver quién la tiene más larga y las escritoras se preocupan por la cuestión del género, el Poder divide para reinar. No hay "democracia" ( y el entrecomillado vale), no puede, no podrá haberla mientras haya chicos muertos de hambre. Un cuerpo que no come no puede asimilar otro saber que el resentimiento y la venganza. El resentimiento y la venganza tienen también su saber: fíjense en Arlt, fíjense en Puig. Como en el cuerpo, en la letra las marcas del castigo. La palabra (¿cuál palabra? ¿ la palabra del pibe de la Villa o la del puntero que responde a tal o cual comisario de tal o cual partido?) esa palabra, pregunto, ¿ puede circular en tanto existen analfabetos? Y si circula alguna, censurada, tabicada, ¿qué dice? ¿Expresa o dice? Lengua amputada. Grito primal. Ninguna batalla. Una batalla es coyuntura. Y acá se trata de una guerra. Fría. Una guerra fría. El capitalismo, el imperialismo (términos que suenan decimonónicos pero son todavía vigentes) digo. Se las ingeniaron para que ahora en nombre de la democracia se anestesie la destrucción del planeta entero en función de sus intereses energéticos. Y no sólo. Pagamos tanto la elegancia demócrata del negro bueno Obama como las fiestas de Berlusconi. Pagamos tanto los bombardeos en Medio Oriente como la corrupción en todo el Tercer Mundo. Pagamos tanto las plantas nucleares como la poda del Amazonas. El asesinato y la tortura, las enfermedades y las radiaciones no nos salpican porque las vemos por la fría internet, donde la ilusión de ser con todos es, ni más ni menos, que ser sin nadie, ser soledad. En todo caso, en vez de batalla, una guerra desde el fondo de la historia: por el alimento concreto y el "espiritual" ( y el entrecomillado acá también vale). Que no asuste el término guerra: los medios de comunicación masiva responden a técnicas bélicas de dominación. Circulación del dinero, circulación de la sangre, ¿ de esto hablamos?


- ¿Cuál es su visión sobre los cruces posibles entre literatura y política? ¿Existe una revalorización de ese vínculo?

- La literatura no tiene un cruce con la política. El cruce, en todo caso, se da en los intereses de lectura. Si uno lee haciéndose el distraído ( y la política le resulta un cruce) o nó. Se puede leer la política desde la literatura, ¿ por qué no? Y viceversa. Leer la literatura sólo desde lo político es parcelarla. Pero también leerla negando lo político es desmerecerle su índole subversiva. Así como la teoría literaria es teoría política, la literatura es ideología, como es tantas cosas, como es "todo" ( y tal vez "todo" merece una mayúscula). Me remito, por acá nomás, ni allá lejos ni hace tiempo, a David Viñas: "Nuestra literatura, nace y se organiza alrededor de una metáfora mayor: la violacion". Y Viñas, como arranque, propone El Matadero. ¿ Que pasa si leemos desde ahí? La relación literatura/violencia política es una constante en nuestra literatura. Lo que no le quita méritos de estilo ni a Borges ni Walsh.

Abril de 2011

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